Existen cuatro fases que permiten a una organización tener una correcta Gestión de riesgos. Estas etapas permiten identificar los peligros, valorar y evaluar los riesgos y generar una buena gestión que nos permita implementar un sistema de control y resguardo de los trabajadores de la organización.
La Gestión de riesgos es el proceso mediante el cual se identifican los peligros que presentan las actividades laborales, se asignan a una ubicación, se evalúa la posibilidad de que ocurran y se valora el riesgo. Su objetivo es aplicar las medidas necesarias para llevar a la actividad hacia un entorno seguro.
Etapas para realizar una buena Gestión de riesgos
Bajo los lineamientos de la normativa ISO 14121-1, la aplicación de la Gestión de riesgos se realiza en tres fases, las cuales son:
Establece las situaciones, actos o instancias que pueden causar algún tipo de daño a los trabajadores. Con el fin de crear un proceso transversal, fácil de comprender, se agrupan los agentes/peligros en lo que llamamos agrupaciones de peligros y agentes de higiene.
En esta fase se asocian los peligros identificados con las ubicaciones de la Estructura Organizativa de la empresa, es decir, con los centros, áreas y puestos de trabajo. Por esta razón, es necesario realizar la Identificación de peligros y la carga de la Estructura organizativa antes de comenzar la Asignación.
Se efectúa un análisis, a través de cuestionario, de la seguridad de cada actividad que realiza la empresa. A continuación, se hace una comparación entre el valor de riesgo obtenido y el valor de riesgo tolerable.
Además, se establecen los puntos de atención y un plazo máximo para la implementación de las medidas de seguridad.
Recuerda que la ejecución de este proceso es fundamental para mantener un espacio libre de accidentes. La seguridad es una tarea en la que todos debemos ser partícipes. Si tienes alguna duda con respecto a la implementación de la Gestión del riesgo de seguridad y salud en el trabajo, consulta nuestras Preguntas frecuentes.